Luego de haber eliminado la pulpa de los frutos, se seleccionan las mejores semillas y se remueve mecánicamente el mucílago (una capa gruesa y pegajosa, adherida al grano). Posteriormente, se secan los granos, moviéndolos periódicamente. Al usar este sistema, muchos caficultores colombianos han logrado reducir el uso de agua a menos de un litro por kilogramo de cerezas.
Remoción del Mucílago

